En la tarde de ayer celebramos la festividad de la Reina del Amor en la que por primera vez tras la pandemia, la Stma. Virgen descendió de su altar posándose a nuestra altura para que nosotros pudiéramos sentir aún más su presencia y cercanía.
La celebración de la Eucaristía estuvo presidida por nuestro párroco y director espiritual D. Jesús Díez, acompañado por el cuerpo de acólitos de nuestra hermandad y amenizada por la coral Virgen de Linarejos.
No faltó su tradicional ofrenda, en la que hermanos y devotos participaron depositando ante las plantas de nuestra Madre flores para agradecer a la Virgen la protección que nos brinda a todos.
Pedimos a nuestra Madre, la Reina del Amor que nos siga acogiendo bajo su manto a su hermandad y a su barrio de Santa Bárbara que tanto la venera y quiere.